EL PROTOCOLO DE UNA SESIÓN DE EMF
Durante una sesión de EMF Balancing Technique® el cliente se tiende en la camilla y el profesional realiza una serie de suaves movimientos con las manos que apenas tocan el cuerpo físico (pues las fibras del entramado se hallan a 60 cm), mientras va recitando intenciones que dirigen la energía.
La sesión se inicia preparando la energía, distribuyéndola por todo el cuerpo antes de iniciar el protocolo propio de cada sesión. Siempre hay un momento en que "despejamos" las fibras y los centros de energía (chakras) y otro en que los "equilibramos".
La creadora de esta técnica se tomó su tiempo para refinar todos y cada uno de los movimientos que se hacen durante una sesión de EMF, así como también de perfeccionar todas las intenciones que se recitan. Todo ello encaminado a dar a esta técnica el máximo de seguridad, protección, precisión y enfoque.
Por ello es muy importante que el profesional realice los movimientos de forma rigurosa y recite las intenciones de manera precisa, sin quitar ni añadir nada, pues es la forma de asegurar que todo el proceso se realice correctamente.
El cliente puede tener sensaciones muy diversas, desde visualizaciones hasta percibir cómo la energía (su propia energía) va redistribuyéndose por todo su cuerpo. Es una característica bastante habitual acabar la sesión sintiendo una profunda paz interior.