FASES I-IV


FASES I-IV: FUNDAMENTOS EVOLUCIONARIOS

Estas fases constituyen la base del trabajo de la EMF Balancing Technique®.
 

Se reciben de forma secuencial para configurar todo el entramado. Cada una de ellas trabaja aspectos concretos que detallaré más adelante, pero el conjunto de las cuatro fases constituye el equilibrio básico: emocional, mental y  físico. También nos proporcionan autoapoyo y empoderamiento personal.

Como explica Peggy Phoenix Dubro en el libro Entramados de conciencia:
“Cada sesión calibra todo el UCL, que se expande, se libera y se reorganiza a sí mismo en el esquema inmediato superior de equilibrio. La calibración de cada fase se basa en la realizada anteriormente.”


Estas fases son las únicas que se pueden recibir de forma combinada: en una sesión se puede recibir la fase I y II, y en otra la III y la IV. Lo cual es idóneo para personas que vienen de lejos a recibir las fases y no disponen de varios días o semanas.   

También pueden aplicarse de forma combinada en casos de necesidad urgente de equilibrio: estados depresivos, tendencias suicidas… Al equilibrar la energía del campo electromagnético, la persona tiene más posibilidades de salir de esas situaciones (si así lo desea y se corresponde con lo que necesita su ser, por supuesto). 

Recuerdo un cliente que se hallaba en una delicada situación personal que le producía gran dolor. Se desplazó desde otra ciudad y recibió las cuatro primeras fases de forma combinada en dos días. Al cabo de unos meses, cuando continuó recibiendo fases, me aseguró que la EMF, le había dado “alegría de vivir”. Ese comentario me satisfizo mucho, pues comprendí que poco a poco podía haber ido saliendo del estado de tristeza profunda en el que se encontraba al principio.

Después de recibir estas cuatro primeras fases, si se desea, se puede repetir de forma independiente cualquiera de ellas.



FASE I: SABIDURÍA Y EMOCIÓN 

El objetivo de esta fase es armonizar la energía mental con la energía emocional: cabeza-corazón.

En Occidente tendemos a pensar que la inteligencia mental es superior a la emocional, pero, en realidad, ambas son igualmente importantes y deben guardar un sano equilibrio, si no, seremos o demasiado “mentales” o demasiado “emocionales”. Cuando ambas se armonizan somos capaces de expresar una inteligencia espiritual de un nivel superior y nuestras decisiones son más sabias. Como dice Peggy: “Pensar con el corazón y sentir con la cabeza”. 

Plantilla de la Fase I
 La plantilla de luz y energía que se activa en esta fase tiene la forma de un octaedro cuyos cuatro extremos son el centro corona, el centro corazón y los hombros.




 

Octaedro
Una vez estaba explicándole a un cliente esto y yo misma me toqué con los dedos en estos puntos. A pesar de que había hecho eso mismo muchísimas veces antes, hasta entonces no me había dado cuenta de que los movimientos que acababa de hacer coincidían prácticamente con los que se hacen en la religión cristiana al santiguarse. ¿Casualidad? Decididlo vosotros… 

Se despejan los centros de energía principales con suaves movimientos de las manos que estiran las fibras energéticas. Después se equilibran colocando las manos debajo y encima de cada centro. 

Otro aspecto que se trabaja en esta fase es invitar al cliente a que visualice una columna de energía dorada que se extiende por todo su cuerpo, mientras se acompaña con un movimiento de la mano. Comenta la creadora de la EMF que esto “abre el canal para que la energía de la tierra fluya hacia arriba y encuentre la energía del cielo”. 

Columna de energía central
 Durante toda esta fase se utiliza energía dorada. 

Hay todavía más movimientos, pero os animo a que los experimentéis por vosotros mismos.

Después de la sesión, como siempre, lo que ocurra tendrá que ver con el momento personal y el proceso de cada uno: es muy difícil de especificar. Aunque sí que he podido constatar que la persona conecta realmente con su interior y siente una profunda paz. En ocasiones puede significar un auténtico despertar espiritual.


FASE II: AUTODIRECCIÓN Y AUTOAPOYO 


Me gusta resumir la finalidad de esta fase en estos términos: El pasado me sostiene. 

En esta sesión trabajamos con la energía de nuestro pasado, que se localiza en las tres largas fibras de información que se encuentran en la parte posterior de nuestro entramado. Allí se contiene la información referente a nuestra historia personal, patrones hereditarios, rasgos genéticos, vidas pasadas, etc. 




Fibras de atrás

La fase II se apoya en la fase I y permite reclamar el exceso de energía que hemos invertido en nuestro pasado. Se calibra la energía que nos ha estado reteniendo, y que al ser integrada apropiadamente se convierte en una fuente de apoyo que nos ayuda a avanzar en el camino de la vida. Eso es la autodirección y el autoapoyo. 

Tenemos entonces la oportunidad de liberar con suavidad parte de nuestro karma y las tendencias hereditarias que ya no nos son útiles en el momento presente.

Peggy resume así los beneficios de esta fase: 

“El objetivo de la fase II es extraer la sabiduría de las experiencias y acontecimientos del pasado y llegar a un estado de gratitud por todo lo que hemos aprendido. Esto transforma la energía de nuestra historia en una columna dorada de sabiduría y autonomía."


Doy fe de que esto es algo textual: todavía recuerdo que la primera vez que recibí esta fase (debía ser el año 2004), al acabar la sesión y ponerme a caminar notaba como si realmente tuviera una columna detrás de mi espalda. Recuerdo la sensación física de ir por la calle totalmente apoyada en este respaldo. Creo que no lo olvidaré nunca, porque no fue algo “mental”, sino muy “real” y “físico”. Eso me ayudó a comprender que, por muy traumático que pueda ser a veces, cuando calibramos nuestro pasado, este nos sostiene, de verdad.
 




Columna vertebral con restricciones

En esta fase se trabaja también con la columna vertebral, donde residen la energía vital y la kundalini. Allí también se localizan las restricciones, limitaciones energéticas que pueden liberarse durante la sesión. 




También se despejan y equilibran varios centros principales de energía (chakras) en la parte posterior del entramado. Y activamos la plantilla energética asociada a esta fase.

Como siempre, al final de la sesión invitamos al cliente a sentarse en la camilla, momento en que anclamos el trabajo realizado dirigiendo energía con nuestras manos a sus pies. 



Anclaje final
 Durante toda la sesión se trabaja con energía dorada.


FASE III: IRRADIAR ENERGÍA CENTRAL

Esta fase fortalece la capacidad de expandir nuestra energía y nos apoya para estar en el ahora. También armoniza nuestros aspectos femenino/masculino y dar/recibir. 

La fase III intensifica la energía de la columna central y las fibras de energía situadas a lo largo del centro de todo nuestro ser.

En primer lugar se despejan los centros de energía menores: hombros, codos, muñecas, caderas, rodillas, tobillos, mandíbulas, área del “tercer ojo” (por delante) y axilas, codo exterior, corvas y nuca (por detrás).

Delante
Detrás
























Como nos recuerda Peggy, todos los pequeños vórtices nutren a los grandes, y atendiendo a estos detalles contribuimos a unificar el sistema de chakras.  A mí me gusta imaginarme los centros de energía mayores como un gran río que aumenta su caudal gracias a los afluentes, los centros menores; así es fácil entender la importancia de estos últimos en el flujo de energía. 

Fibras de los lados

Trabajamos con dos plantillas de luz y energía en forma de octaedro: una se extiende desde la rodillas al centro de abajo (ese punto situado a 60cm bajo nuestros pies), y la otra desde el centro corona al centro de arriba (a 60cm de nuestra cabeza). Al activar estas dos plantillas nos hacemos más conscientes de la energía de nuestro canal central, y, por lo tanto, de que la fuerza del ser radica en nuestro interior.

Además, expresamos la intención de irradiar la energía del canal central por todo nuestro cuerpo, lo que conecta la energía de nuestro Entramado de Calibración Universal® (UCL) con la energía universal o Entramado Cósmico. 

El profesional equilibra la energía  del canal central trazando el símbolo de infinito (∞) a lo largo de todo el cuerpo, a fin de activar las dos configuraciones que he comentado. 

Irradiando Energía Central

 Peggy explica con precisión qué energía se introduce: 
“En esta fase III, se presenta la frecuencia altamente sutil de la energía platino que difiere de la energía dorada, ya que es ligeramente fría y posee una cualidad de fortalecimiento. Representa la fusión de los aspectos femenino y masculino de la energía universal de acuerdo con los datos actuales. En esta fase, la energía platino se une con la dorada para armonizarnos mejor. Dicha unión dentro de nuestra anatomía energética crea una alineación del sistema de los chakras con nuestra energía del canal central, produciendo otro cambio vibratorio. Esta alineación nos anima a que expresemos más nuestra inteligencia espiritual a medida que asumimos un rol de mayor participación en el esquema universal de las cosas.” 
Dado que estamos trabajando con un lado y otro de nuestra anatomía energética (derecho-izquierdo), no solo armonizamos nuestros aspectos masculino y femenino, como dice Peggy, sino también el dar y recibir. 

Como la energía platino es fría, algunas personas después de esta sesión pueden notar esa sensación de frío de forma muy física. No hay que asustarse, sino darle la bienvenida a esa elevada vibración que seguro nos va a llevar a dar el siguiente salto evolutivo. 


FASE IV: ACTIVA TUS POTENCIALES 

Esta fase nos habilita para expresar todo el potencial que somos: cada uno de nosotros somos los cocreadores de nuestra vida. 

La atención se centra en la realización energética. El profesional calibra las largas fibras de información de la parte frontal del UCL (Entramado de Calibración Universal). Aquí se halla la información cuántica que tiene que ver con nuestro futuro: miedos, preocupaciones, ilusiones, deseos, proyectos, sueños… Se trata de liberar excesos de energía en torno a miedos y preocupaciones y activar potenciales. La forma en que se expresa esto durante una sesión es preciosa: 
“Piensa en lo que te gustaría lograr. Visualiza esas intenciones como semillas de luz que estás plantando en las largas fibras de información enfrente a ti. Demuestra disposición para actuar responsable y apropiadamente en tus co-creaciones.” 
Fibras de delante

La fase IV contribuye a que estas fibras de la parte frontal del entramado, también llamado Prisma de Potencial Personal, se vuelvan más fuertes y más completas. A veces tenemos un potencial indudable, pero no sabemos cómo manifestarlo, lo que nos lleva a estar un poco frustrados. Esta fase estimula a expresar el potencial que somos al completar y fortalecer las figuras en forma de 8 del UCL.  

Lo que dice Peggy en este sentido es realmente animante: 
“Tanto si os consideráis a vosotros mismos muy realizados en esta etapa de la vida como si no es así, considerad lo que significaría poder manifestar aún más potencial. Cada ser humano es la fuente de su propia metamorfosis. Si aprendemos a utilizar la energía del Entramado Cósmico nuestras acciones e intenciones darán más resultado. Cuando activamos nuestro UCL con estas sesiones estamos fijando las bases para poder sostener la carga total de nuestro ser.” 
La plantilla de luz y energía que activamos en la fase IV se extiende por toda nuestra anatomía energética, englobando las configuraciones de las tres fases anteriores. Se transforma la energía en una conciencia del momento presente que se armoniza con la sabiduría del pasado y el potencial del futuro.

El profesional activa los lazos de autorregulación en forma de 8 que conectan el canal central con el prisma de potencial personal. Es un privilegio alentar a otra persona a descubrir su poder. 

Esta fase consta de movimientos especialmente hermosos y es muy rica en simbolismo. Esto se percibe en la apertura de los centros de energía, parece como si una puerta interna se abriese para facilitar la capacidad de la persona para entrar en su interior y abrirse plenamente a su potencial.





Amplificando el campo de Potencial
Nos centramos también con intenciones y movimientos concretos en poner el acento en las grandes herramientas de la cocreación: la sabiduría y el amor.

La EMF Balancing Technique® es un instrumento que ayuda a abrir las fibras de energía para que podamos cocrear la vida más iluminada posible, pero cada persona tiene que asumir la responsabilidad que viene con la cocreación: 
“Esta responsabilidad es un privilegio, es una asociación, un compartir con el universo. De ahí la palabra cocreación. Al continuar afinando cada día nuestras aptitudes para la cocreación ponemos en práctica nuestra maestría.” 
Así concluye la creadora de la técnica, dándonos el poder último de la manifestación.

Como resumen, recordemos con un gráfico todas las plantillas de luz y energía, cinco en total, que se han activado en estas primeras fases: